Al contrario de lo que se cree se investiga mucho sobre el herraje. El caballo deportivo tiene unas necesidades estrictas de herraje, y algunas multinacionales y laboratorios se han volcado en el herraje. Lo que pasa es que son temas a los que solo tienen acceso un numero limitado de personas, pues los adelantos se describen en prensa especializada, y su publicación en libros es tardía y a menudo muy cara. Continuamente salen al mercado productos nuevos destinados a favorecer el confort de los animales con problemas-desde resinas de ultima generación hasta programas informáticos como Metron de Epona Tech, que a partir de datos referentes al caballo determina la angulación precisa del casco.
Yo creo como la mayoría de los buenos herradores (lo que no quiere decir que yo lo sea) que existen solo tres clases de herrajes: herrajes normales, herrajes terapéuticos y herrajes malos. Cada uno de ellos comporta el uso de diferentes materiales, que iremos describiendo.
El herraje normal es el que se practica rutinariamente a un caballo que no tiene problemas en los cascos. Su único problema es que los cascos crecen y hay que recortárselos cada dos meses. En estos caballos sigue siendo insustituible el viejo método de clavar con clavos una herradura de acero. Tiene la mejor relación calidad precio, siempre que las herraduras y los clavos sean de primera calidad y el herrador sea competente en su oficio. Hoy día los grandes herradores vuelven a preconizar el herraje sencillo, sin aditamentos inútiles de plantillas o elementos de adición que hacen el herraje mas caro y menos estable. Siempre digo que hay que buscar siempre el mejor resultado empleando los métodos mas sencillos.
Tenemos también el herraje terapéutico, destinado a RECUPERAR la funcionalidad del casco, si este la ha perdido temporalmente (malos herrajes, accidentes o lesiones) y a PALIAR los efectos negativos de una mala conformación o de una lesión crónica. Fíjate que he tenido cuidado de no emplear la palabra "corregir" que considero debiera ser excluida del vocabulario de los herradores, pues es imposible corregir un problema crónico. Para recuperar y paliar disponemos de una amplia gama de materiales que hacen mas fácil el trabajo y, si son bien usados mejoran espectacularmente los resultados. El handicap suele ser su elevado precio, que encarece mucho el herraje. Fuera de las esferas mas elitistas (económicamente hablando) el herrador se ve obligado a sustituir estos productos, empleando toda su pericia (si la tiene) o alargando el tiempo de recuperación de un problema. ¡Cuantos problemas que pudieran ser resueltos hay que ir "capeándolos" por no poder acceder a algunos materiales¡
Trataron de sustituir a las de hierro, cosa que no consiguieron a causa de su elevado precio y su menor duración. Su precio oscila de los 3€ de una Fusetti a los casi 20€ de una GE. Solamente tienen una ventaja, su reducido peso, que permite implantarlas con pocos clavos o muy finos. Solamente se fabrican de mano, lo que indica su uso puramente terapéutico. Algunas aleaciones fracasaron al ser malas de reformar, lo que llevaba a tener que adaptar el casco a la herradura.
En la foto, una herradura de aluminio después de recorrer 200km por pistas forestales.
Su uso se delimita prácticamente a los trotones, para minimizar el problema de las lesiones por alcances, tan frecuentes en estos animales. Duran muy poco, son difíciles de ajustar, por el problema del clavado. Los caballos tienen tendencia a desarrollar deformaciones en los cascos. Fuera de la arena del picadero se desgastan muy rápido. Su precio oscila de llos 5€ de una humilde herradura de plástico a los 50€ ptas de una Speaker (cada una).
Tienen un alma interior de acero o de aluminio y están recubiertas de caucho. Las mas famosas son las OLLOV, cuestan unos 9€ cada una. Esta herradura se usa mucho en las ciudades por su excepcional agarre en asfalto. Tienen el inconveniente que son malas de adaptar al casco y no se puede trotar o galopar con ellas pues sobre esfuerzan en demasía los clavos, se rompen y se pierden.
Se suele abusar de ellas. Muchos herradores adelgazan la palma al casco de un modo rutinario y sin explicación científica coherente. Únicamente por darle un aspecto mas atractivo. Con ello la palma se debilita y hay que protegerla después con tapas y plantillas, que aunque protegen, pueden encerrar peligrosas infecciones por anaerobios. De otra parte toda interposición entre el casco y la herradura trae aparejada una menor aceptación de esta por parte del casco, es decir, se cae antes. Su precio oscila de los 3€ de una humilde tapa de plástico negro a las 12 € de las tapas Luwex.
Últimamente se han desarrollado una completa gama de adhesivos acrílicos de muy buen resultado para reparación de cascos, aplicación de herraduras de aluminio y acero pegadas al casco, almohadillas plantares de la mas variada conducta y condición. El EQUILOX es la mas famosa. En estos dos años últimos la casa VETTEC ha desarrollado resinas que secan en 30 segundos como el SUPER FAST o el ADHERE. Sus almohadillas plantares EQUI-BUILD y EQUI-PACK son inmejorables, pero vienen a costar unos 54€ el cartucho de 180 ml, lo justito para las manos de un caballo de casco pequeño como el árabe.
Esta ha sido una pequeña vuelta a los productos que ayudan al herrador a hacer, si cabe, mas fácil su trabajo, pero encarecen muchísimo los herrajes, lo que los hace casi inalcanzables para la mayoría de los propietarios. Por tercero y ultimo tenemos los malos herrajes, de los cuales debemos huir a toda costa pues no acarrean otra cosa que problemas a los dueños y sufrimientos a los caballos.
Hoy se investiga y mucho. Hay productos muy buenos que se mantienen en el tiempo. Otros productos y otras herraduras duran lo que el agua en un cesto, como vienen se van. Si los recetara la Seguridad Social se verían muchos caballos herrados con herraduras de aluminio, con los cascos reparados con resina, y con calzado de ultima generación. El alto precio y el riesgo de fracaso inhiben mucho a los propietarios y a los herradores capacitados para usar estos materiales. Imagínamos que te cobran 25000 ptas por reparar un casco con resina y a la semana se cae.. Quien quiere la culpa? ¿Vamos a pagar otras 25000 ó va a perder el herrador 15000 ptas de su bolsillo para reponer el "parche" sin garantía alguna de que no vuelva a caer?.
Por Gabino Fernandez Baquero
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