Amigos del caballo

Arwen y Torak

Hace mucho pero mucho tiempo vivía una mujer sola en la montaña desolada y triste sus ojos estaban llenos de soledad y llanto por el amor de su vida, él había muerto ya hace algunos años. El había muerto en el valle las causas nunca las supo, pero ella guardaba algo muy preciado de su amor, un cabello de oro que su esposo guardaba en una bolsa junto al corazón. Y que siempre le había dicho que si algo le sucediera lo pusiera junto al suyo y él estaría siempre ahí.

Una noche la dama llamada Arwen se sentó a la orilla de una peña junto al mar, llorando y solloza miraba a la luna y buscaba en ella la mirada de su gran amor, pero no recibía respuesta alguna, entonces se acordó de a aquel cabello de oro, lo tomo con fuerza y comenzó a llorar. La luna compadecida de su llanto le contesto con una luz, tan divina, tan blanca y pura que no pudo ella sostener la mirada, ella se quedo paralizada de miedo y de emoción.

Cuando entre abiertos sus ojos, ahí frente a ella estaba una criatura desconocida hasta entonces para ella, llena de gozo ella sonrío, frente a ella estaba un corcel blanco como la nieve y su crin y cola de color oro brillante, sus cascos dorados y en su mirada una llama de fuego llena de luz, ella sonrío y cuando lo miro fijamente a los ojos en esa bestia tan hermosa encontraba la mirada de su gran amor. Ella se arroja a tocarlo y acariciarlo con un amor que jamas imagino.

Así pasaron días, ella solo podía verlo de noche cuando la luna salía por que el no era de este mundo. Entonces una bruja que por medio de sus poderes descubrió el secreto de Arwen la siguió en la noche y descubrió la forma de como hacia que el corcel llegara a su regazo, ella con su malvado poder adopto la forma de arwen, y llamando al corcel lo engaño y capturo. Una noche arwen llego al lugar donde se encontraban y el corcel no llego, ella solloza y llena de tristeza se alejo de ahí, con el llanto en sus ojos y la tristeza de nuevo albergaba su hogar.

Ella enfermo y el corcel había perdido la voluntad de vivir, y entonces la bruja comprendió que el amor que se tenían era inmenso que ni con su poder podría cambiar las cosas, así que decidió devolverlo a la libertad, y a la mujer le concedió un deseo y ella pidió ser un corcel la bruja lo concedió, y para que nunca interrumpieran ese amor la bruja los llevo a un lugar de la luna, en donde solo viven criaturas magnificas y reina el amor.

Y así juntos arwen y el corcel llamado torak cabalgaron juntos hasta el final de los tiempos.